Jayro Bustamante es un cineasta guatemalteco que está abriéndose camino en el mundo de la cinematografía internacional. Continúa dando pasos históricos hacia metas como la llegada a ser nominada a los Golden Globes, donde las cintas centroamericanas están entrando ahora con “La Llorona”.
En la edición de febrero de Fashion Beats, Nando Yax entrevistó a Jayro y a María Mercedes Coroy, protagonista de la película.
Nando: Apenas la semana pasada terminamos con la noticia de la nominación a los Golden Globes, esta lunes nos despertamos con la noticia de la nominación a los Critics Choice Awards y ayer supimos que La Llorona está entre las 15 películas que podrían ganar como Mejor Film Internacional en los Óscar 2021. ¿Cómo te hace sentir esto, es bastante en apenas 4 o 5 días?
Jayro: Han sido muchísimas emociones al mismo tiempo, a veces no sé ni cuál ponerme. Sobre todo es muchísimo orgullo. Es mucho trabajo también. Tengo que agradecer a mi equipo que está detrás de mí. Estamos ocupadísimos, nuestras horas se han duplicado con el trabajo, pero tenemos la impresión de que lo estamos haciendo bien, así que lo vamos a seguir haciendo.
Estas nominaciones son , hay algo que siempre le digo a la prensa internacional no se imaginan lo relevante que es para nosotros, y es algo que siempre les digo, que es un tema de historia nacional y regional, es la primera vez que sucede algo así.
Nando: El año pasado en marzo, se estrenó la llorona en el país. A la semana cayó la crisis del COVID19. A pesar de los retos de la difusión, llegó a llamar la atención del público nacional e internacional. ¿Cómo fue el proceso de adaptar las proyecciones que tenían programadas, al formato digital y llegar a las nominaciones que están logrando?
Muy pronto volveremos a ver cine en las salas, a finales de febrero.
Nando: Espero que las salas se llenen, porque es una película que vale la pena verla varias veces. La historia de la Llorona es popular, no solo en Guatemala. ¿Cómo lograste el balance entre realidad y ficción? Porque la película no sólo cuenta la leyenda del personaje, sino que habla de guerra, es un relato que podría haber sucedido en cualquier país con una historia de conflicto armado.
Jayro: Tenía muchas ganas de hablar de la historia reciente de Guatemala y estaba consciente de que es algo de lo que no muchos quieren hablar: de las intimidades que vivimos como Latinoamericanos. Nos han enseñado que la solución está en el silencio, en ser una sociedad esquiva.
La solución entonces era meterlo en un paquete que la gente sí quisiera ver, y ese paquete era el horror y la leyenda. No quería hacer una película de horror clásica, quería hacer una película de horror de realismo mágico, recurrir a ello para hacer catarsis. Ir a la ficción para encontrar justicia que en la realidad no se encuentra. Eso nos permitió reescribir a la Llorona, a una justiciera, una figura menos misógina, una que no llora por un hombre sino por cosas más relevantes.
Nando: Tuve la oportunidad de ir a la presentación de medios el año pasado. Ahí dijiste que es la tercera y última parte de “La Trilogía de los Insultos”, junto a Ixcanul y Temblores. Cada una de ellas toca temas muy actuales, relevantes para Guatemala y Latinoamérica. ¿Por qué se llaman de esta manera?
Jayro: Desde la prensa internacional, la gente identifica estos tres insultos como algo que aqueja a la sociedad. Para mí, en nuestra sociedad, es la enfermedad más grande, sobre todo porque mucha gente perpetúa estos insultos, sin percatarse de la magnitud del daño que se hace con palabras. Si hubiera de identificar un malo en la historia, nosotros mismos con estos insultos lo fortalecemos.
Nando: Lo hemos normalizado.
Jayro: Exacto, pero al usarlos lo que mostramos es el mínimo amor y respeto que nos tenemos. El no-orgullo de lo que somos. En Guatemala creemos que es “cool” insultar, pero en el fondo, lo que demostramos es que somos un país que no está orgulloso de ser quién es.
Nando: Lo interesante de lo que dices Jayro, es que la presencia de actores indígenas en tus películas es bastante. Es algo que no se había hecho. Creo que es algo sumamente necesario que se ha puesto en la conversación, de revalorizar la presencia indígena y de construir una nueva narrativa. ¿Cómo el cine puede ser detonador de conversaciones y un espejo para quién lo ve?
Jayro: En una entrevista internacional me preguntaban cómo había accedido a los actores indígenas y cuán difícil era el acceso a ellos. Eso me parece gracioso. Guatemala es un país 80% indígenas. Las estadísticas indican que 41% se autoidentifica indígena y eso es resultado de la discriminación. Creemos que ser blanco es algo aspiracional. Vivimos en un mundo que nos vende la idea de que debemos buscar en nuestras raíces algo europeo, porque eso es “lo ideal”. Que hacer películas con esta temática parezca una hazaña es resultado de esta enfermedad.
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