No es un secreto, como nos sentimos influencia como comemos. Hay quienes comen menos cuando están estresados, o al contrario, comen más al estar ansiosos. Esta relación es de ambas vías, pues lo que comemos puede influenciar en como nos sentimos.
El dicho de “mente sana en cuerpo sano” existe por una razón. El cuerpo y la mente están en sincronía, manteniéndose unidos en todas las situaciones de la vida. La comida no es una excepción.
Según diferentes estudios, algunas comidas causan diferentes reacciones en el estado de ánimo. Comidas con azúcares refiniadas, o combinaciones de azúcares con grasas, ingerir demasiado alcohol o cafeína tienen un efecto negativo, causando en algunas personas cambios de humor, o son agravantes en ciertos casos.
Lo opuesto es cierto para comidas más sanas, como cereales, frutas, verduras, legumbres, lácteos y carnes bajas en grasa. Una dieta balanceada de estos alimentos ayuda a quienes se ven afectados por la depresión, ansiedad y cambios volátiles de humor.
La “comida sana” tiene una influencia en las hormonas que te hacen sentir bien, la serotonina, mientras que otros alimentos, como los cereales integrales, mantienen los niveles de azúcares a un buen nivel.
Los estudios aún continúan, así que no hay nada asegurado completamente, pero los resultados que se tienen muestran una influencia positiva entre una dieta balanceada y el estado anímico.
Aunque sabemos de estos efectos, lo primordial es consultar con un médico, pues cada caso es personal y varía de individuo a individuo. Un cambio de hábitos puede influenciar considerablemente un cuadro como estos, pero no siempre es la solución efectiva y única para ello.
Llevar un seguimiento médico con profesionales de la salud es la mejor idea antes de hacer un cambio radical en la dieta, pero es algo que puedes comenzar a implementar poco a poco si buscas mejorar tus ánimos.
¡Estás entre inusuales!