Crear hábitos no es tarea fácil para algunas personas. Hacer algo una vez es sencillo, pero mantener la costumbre es donde se prueba la consistencia personal.
Este fenómeno está tan generalizado que es objeto de estudio por varios profesionales, como economistas y psicólogos. Aunque no se tienen todas las respuestas, sabemos que crear hábitos es algo diferente para cada individuo.
Uno de los métodos más comunes para crear nuevos hábitos es usar incentivos o premios, pero estos podrían llegar a ser contraproducentes en algunos casos.
Incentivos y hábitos nuevos
Cuando algunas acciones se nos vuelven tediosas, necesitamos un empujón extra para hacerla. Imagínate que la motivación es gasolina y en estos casos usamos más, pues hacemos un esfuerzo extra.
La respuesta de algunos a esta falta de motivación es usar incentivos. “Si terminas la tarea, podrás ver televisión”, “Si llegas a la meta, te pagaré”, son tan solo unos ejemplos de esos incentivos.
Usar este tipo de motivantes es contraproducente en algunas ocasiones pues podría hacer ver a la acción como algo negativo. Al mismo tiempo, cuando se deja de premiar la acción las personas tienden a dejar de realizarla, porque ya no hay algo que las empuje a hacerla.
Mientras que si el deseo de hacer algo viene de una motivación interna, usualmente los nuevos hábitos se quedan. La idea es encontrar qué motivación hay detrás de la acción. Pregúntate por qué quieres crear este nuevo hábito y usar eso para crearlo.
Básicamente, los estudios nos indican que para que crear hábitos de manera exitosa y cambiar conductas, la motivación debe de nacer de adentro, no de incentivo externo, pues en raras ocasiones los hábitos sobreviven mucho tiempo después de retirada la recompensa.
Si, por ejemplo, tienes el deseo de ir al gimnasio y te recompensas con ropa o gadgets, cuando no te hagas esos regalos ya no querrás ir; pero, si por el otro lado, comienzas a ir porque quieres tener una mejor condición, esa motivación te mantendrá por más tiempo. La gasolina te rendirá más, por así decirlo.
Eso no quiere decir que los incentivos no ayuden en algo, es más, pueden ser de gran ayuda, pero no se deben de tomar como el mayor motivador. Usar incentivos te ayudará a crear hábitos buenos, dejar hábitos malos, rompen barreras y sirven como recompensas inmediatas.
Por ejemplo, alguien quiere dejar de fumar y en lugar de tomar un cigarrillo, toma un dulce. Esta recompensa inmediata le ayudará a no fumar en ese momento, pero el caramelo no es el objetivo. Para que funcione, deberá querer dejar el tabaco por salud, esta será su verdadera motivación y el dulce es el premio por lograr una meta a corto plazo.
Entonces, ¿como construyo nuevos hábitos en mi vida?
Existen diferentes técnicas para hacerlo, no hay una fórmula mágica que se adapte a todas las personas y lo mejor será ir experimentando hasta encontrar lo idóneo para ti.
Para comenzar, intenta con algo pequeño que necesite menos motivación para hacerlo. Una meta a corto plazo, por ejemplo. Ir día a día hasta que se logre sin pensarlo. Así te darás cuenta que puedes lograrlo.
En lugar de pensar “dejaré de tomar sodas todos los días”, podrías pensar “hoy tomaré un vaso menos” y de pronto simplemente lo harás sin reservas.
Incrementar poco a poco la frecuencia de lo que haces será también un buen punto de comienzo. Leer es un buen hábito, pero la costumbre de hacerlo todos los días es un poco tedioso. Comienza con hacerlo una vez a la semana, luego, dos e ir subiendo la frecuencia.
Es frecuente encontrarte con momentos en los que, por alguna razón, no lo harás. Está bien si esto sucede porque nada es perfecto, habrán días en los que fallarás pero es más importante llegar a la meta que hacerlo impecable.
Haz las cosas por segmentos. Piensa en tu meta como un pastel que irás comiendo pedazo por pedazo, solo así podrás llegar sin agobiarte. Eso, unido a tu propio ritmo, hará que logres tus cometidos sin problemas.
No te compares con otros, pues estos procesos son únicos en cada individuo. Trabajar en ti mismo es lo mejor que puedes hacer.
¡Estás entre inusuales!