El Jardín Botánico de la Ciudad de Guatemala es un espacio creado para la ciencia y el esparcimiento.
Donde se marca el inicio de la Avenida Reforma existe un lugar diferente, parece una jungla escondida en una edificación que contrasta con los modernos edificios que se encuentran a pocas cuadras de ahí.
Se trata del Jardín Botánico, hogar de miles de especies de plantas, todas viviendo en conjunto en el corazón de la capital de Guatemala.
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El Jardín Botánico tiene casi 100 años de existir, pues se iniciaron labores para su creación en 1922. El entonces presidente, Carlos Herrera, donó el terreno que ocupa actualmente para su creación a la Facultad de Química y Farmacia de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Al ingresar te das cuenta de los vestigios de aquella época desde la entrada, hasta la decoración en varios rincones del jardín.
En la actualidad está bajo la administración del Centro de Estudios Conservacionistas (CECON) de esa misma facultad.
Una exhibición viva
Recorrer los caminos del Jardín Botánico es impresionante, pues parece que recorrieras todo el país en pocos pasos, con secciones que difieren una a la otra, representando diferentes regiones de nuestro territorio. A lo largo de los años se ha logrado obtener una numerosa colección de especies de plantas, buena parte de origen nativo, que sobreviven en los diferentes ecosistemas de Guatemala.
Uno de sus objetivos es llevar un registro científico de toda la vegetación nacional, pero no es el único, también es un espacio lúdico. Está abierto al público para visitas educativas, turísticas y, por qué no, un momento de relax entre el caos urbano.
La gran cantidad de árboles que hay en este santuario permite también a varias aves migratorias descansar de sus largos viajes, por lo que es usual encontrarlos entre las ramas. Por su lado, varios insectos, roedores, reptiles, entre otras especies, encuentran una casa permanente en el Jardín.
¿Qué encontraré en el Jardín Botánico?
Si no has ido, quizá te imagines un parque, pero dista mucho de ser uno en sí. En él encontrarás 113 jardineras y un invernadero. Explorarlo te permitirá encontrar cosas que no te imaginas, como un pequeño estanque con plantas y fauna acuática, así como una ceiba gigantesca, más alta de lo normal. También encontrarás monumentos históricos de antaño, como el busto dedicado a Carlos Linneo o “La Chata”, una escultura escondida entre la vegetación.
El costo para ingresar es de Q3.00 para nacionales y Q.10.00 para extranjeros, abierto de lunes a viernes de 8:00 a 15:00 horas. La dirección exacta es Avenida La Reforma 0-63, Zona 10. También puedes planificar una visita guiada por el lugar. Encuentra más información sobre esto, así como de las actividades que llevan a cabo en su fanpage.
¡Estás entre inusuales!
