En el extremo del lago Petén Itzá, entre el sonido de los monos aulladores que se esconden en la vegetación de la selva petenera, está El Remate, un pueblo rural que descansa a orillas de las aguas del lago.
Al llegar al Remate, hay un camino angosto que si llegas hasta el final, encontrarás un lugar que pareciera perdido estar perdido.
Se trata de El Gringo Perdido, un hotel que fue fundado hace 45 años por un estadounidense que visitó Petén y se enamoró del lugar. En esos años, el acceso al Remate era únicamente por lancha, no había acceso a luz y mucho menos a internet.
Diez años después, este estadounidense vendió el terreno al padre de Estuardo Cofiño “yo crecí acá hasta los cuatro años, cuando empecé el colegio me fui a la ciudad de Guatemala, pero cuando crecés en un lugar así se te queda en la venas”.
Estuardo nació en la ciudad de Guatemala pero pasó sus primeros años de vida entre la selva de Petén. Esta crianza hizo que siempre deseara regresar y levantar el hotel familiar que nunca fue visto como un modelo de negocios.
“Mi sueño siempre fue regresar, pero no iba a llegar de vago, quería demostrar que podía levantar el hotel, porque en su historia nunca había tenido ganancias”, cuenta Estuardo desde el lugar que administra desde hace poco más de un año.
El hotel que estaba descuidado e invadido por la fauna silvestre (mosquitos en su mayoría), recuperó su espíritu y empezó a revitalizarse.
Para ser un nuevo negocio, lograron tener ganancias en el primer año y recibieron una certificación a la excelencia por parte de TripAdvisor.
“Ha sido una experiencia increíble. Amanecer frente del lago todos los días, con los sonidos de la naturaleza, los monos, los pájaros… hace que la experiencia sea única para quienes la visitan” agrega Estuardo.
El 95 por ciento de la gente que se hospeda en El Gringo Perdido ha calificado de excelente el servicio y con esa aceptación, Estuardo comenta que seguirá impulsando el espacio para hacer triatlones, festivales y prácticas de yoga.
El hotel cuenta con habitaciones privadas, suites de lujo, hostales frente al lago, área de camping y acceso directo al lago con muelle privado.
El mejor lugar para olvidarte de la ciudad y adentrarte a la selva maya.
¡Que lo distinto te encuentre!