Dentro del denso Valle del Polochic, con el río del mismo nombre que serpentea las montañas, se encuentra una comunidad habitada por Q’eqchi’s en su mayoría.

Es una región que vive entre maravillosos recursos naturales envidiables para cualquier lugar. El gran río, junto con las verdes montañas, se nutren del clima subtropical y de los cultivos propios del lugar, como el arroz, el cardamomo y el café.

Además de ser reconocido por sus paisajes, Nueva Mercedes, junto con las demás comunidades que habitan alrededor del Polochic, también tiene dentro de sus características las precarias condiciones con las que vive la población, que solo son comparables con los niveles de desarrollo en el África subsahariana.

Más de 600 niños está recibiendo educación con este proyecto.
Niños del área del Polochic.

Actualmente, menos de la mitad de las niñas completan la educación primaria y solamente el 4% de los adolescentes termina el ciclo de diversificado.

Las familias viven en tal situación de pobreza, que los niños deben de trabajar para ayudar al sustento del hogar y esto se refleja en el dato proporcionado por el Ministerio de Educación que cuenta que alrededor del 40% de los estudiantes a nivel primaria, trabajan en fincas y en otras labores.

Cualquiera pensaría que índices como esos, son difíciles de cambiar y mejorar, pero hay una organización que ha demostrado que con un trabajo constante y a largo plazo se puede cambiar la realidad de niños, niñas y jóvenes.

Más de 600 niños está recibiendo educación con este proyecto.

Li Ch’u Tam ha trabajado desde el año 2009 en la región del Polochic con una serie de alianzas para lograr que los niños vayan a la escuela sin tener que afectar a la economía familiar.

Además, ofrecen cursos de computación básica y avanzada a los adolescentes y adultos.

En total, han logrado beneficiar a 80 niñas y niños desde 6 hasta 12 años con un curso base de computación y educación digital , 9 jóvenes mujeres completaron el curso base de computación, 600 niñas, niños, adolescentes y jóvenes adultos desde 6 hasta 25 años han podido acceder a las clases de computación y programación,a las actividades de alfabetización y juegos educativos, los encuentro formativos y al espacio de estudio.

Aunque la educación en los centros de estudios de Li Ch’u Tam llega solo a la primaria, han logrado conseguir 50 becas para adolescentes de básico y diversificado con el Programa de Apoyo Escolar, el cual les da una beca para completar el ciclo de estudio secundario, junto con un servicio de tutoría en algunos de los institutos más cercanos.

Todo esto ha sido la labor de grupos de voluntarios y donantes que también se preocupan porque los estudiantes manejen las últimas tecnologías y aprendan el inglés básico como parte de su desarrollo.

¿Quieres apoyar? Sé parte del nuevo juego de las 3 mil 864 canicas. Cada canica tiene un costo de US$10 y con ellas puedes becar a un niño por un año, puedes donar una estación de trabajo o un taller de computación

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