Actualmente Andrea y María Isabel son dos mujeres jóvenes que han llamado la atención porque han decidido dedicarse a la ciencia, pese a que nacieron en un país que poco le apuesta a esta rama profesional.
Los proyectos que estas dos mujeres están realizando son para ayudar a la sociedad y aunque todavía están haciendo pruebas, estas investigaciones prometen revolucionar la forma en cómo se ha tratado el cáncer y la contaminación en el agua hasta el momento.
Andrea Del Valle viene de familia de origen huehueteco. Se graduó de Ingeniera en Biomedicina y Ciencias Ambientales gracias a una beca que obtuvo en la National Tsing Hua University de Taiwán y actualmente está realizando su doctorado.
Gracias a las investigaciones que está realizando desde Taiwán, ha encontrado una posible cura contra el cáncer ¿Cómo?
“Esto se trata de usar nanopartículas para tratar los tumores de cáncer que ya son resistentes a todo tipo de droga. Cuando ya no hay salvación para el paciente, tiene que haber una forma para poder tratarlos”, cuenta en un video realizado por la Embajada de Guatemala en Taiwán.
Según cuenta Andrea, descubrió que hay una nueva forma de muerte celular llamada ferrotopsis. Las células cancerígenas se mueren muy rápido por este medio y hay una nanopartícula capaz de provocar esto.
El descubrimiento de Andrea ya fue probado en ratas y pronto estará por experimentarse en humanos. De ser exitoso, Andrea podría salvar la vida de millones de personas que mueren anualmente a causa del cáncer.
Del otro lado del mundo se encuentra María Isabel Amorín, quien se acaba de graduar de licenciada en Química por la Universidad de San Carlos y que viajó a Suiza en noviembre del 2018 para presentar su investigación.
Se trata de utilizar una sustancia química conocida como quitosano, que se obtiene a través de una modificación química de la quitina, una molécula que se encuentra en los crustáceos como los camarones, langostas y cangrejos.
Camarones que filtran el agua, una idea de la guatemalteca Isabel Amorín
Las grandes industrias utilizan el quitosano para purificar el agua que es utilizada para la fabricación de la cerveza y el vino. La propuesta de María Isabel es utilizar esta misma sustancia para la purificación de las aguas contaminadas.
Con los meses, Isabel trabajó en filtro de bajo costo para la limpieza de materiales químicos que se vierten en los ríos y que permite hasta el 95% de la limpieza de los ríos contaminados con colorantes “luego de agregar una solución salina, la tintura obtenida del proceso de filtrado se puede reutilizar hasta 10 veces más. En el caso del agua, ésta recupera su estado natural, lo que permitiría su uso según las necesidades de la industria” mencionó en una entrevista publicada en el diario El País.
Si el país le apostara más a la ciencia y le brindara más oportunidades de estudio a las mujeres ¿te imaginas las investigaciones que anualmente podrían hacerse?
Festival de Niñas y Mujeres en Ciencia
¡Que lo distinto te encuentre!