El jazz latino de los años 60, influido por el soul, a menudo fue convencional. Subido en la ola de la salsa, al principio de la década siguiente conoce un aumento de vigor y asimila nuevas aportaciones armónicas, como la politonalidad y la polimodalidad.
El pianista Ricardo Marrero y el vibrafonista Bobby Paunetto (Paunetto´s Point) emprenden vías prometedoras, muy personales, pero Marrero desaparecerá de la escena musical durante un tiempo y Paunetto, debilitado por problemas de salud, deberá renunciar a su carrera.
El vibrafonista Louie Ramírez, cuyo primer grupo había incluido a Charlie Palmieri, Pete Terrace y Joe Cuba, en sus solos de pruebas de su dilección por el jazz. Arreglista muy activo en el campo de la salsa, también escribirá para grupos como Manhattan Transfer. Dos jefes de filas de la salsa, Eddie Palmieri y Ray Barretto, abrazan más decididamente el jazz latino.
En California, el conguero Poncho Sánchez, de origen mexicano y en San Juan, el pianista Papo (Enrique) Lucca, director de la orquesta La Sonora Ponceña, convierten en salsa algunos temas de jazz, mientras que los flautistas Dave Valentin y Nestor Torres ceden a la tentación de la fusión.
Nota del libro de Isabelle Leymarie, Jazz Latino.
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