En el año 1960 por primera vez el café era accesible para todo el mundo, experimentó un crecimiento exponencial. Esto marcó lo que muchos llamarían como café de la primer ola.
Con el tiempo, el crecimiento que experimentó se hizo notar en la calidad del café disponible. Esto atrajo a que los consumidores de café se interesaran en la cadena de suministro, desde los productores hasta los consumidores.
A esta etapa, que fue de mucha experimentación, se le conoce como la segunda ola y traía con sí empresas grandes y cafeterías de barrio que dieron el paso hacia poner en práctica los diferentes métodos de preparación.
Primero fue el acceso del café al consumidor y luego fue el interés por conocer más. De esta forma el café dejo de ser una necesidad convirtiéndose en un producto de lujo.
Así es como surge el café de tercer ola, en donde el productor, importador, tostador, barista y consumidor se convierten en actores importantes en la cadena para mantener la alta calidad en el café. Perfeccionando los diferentes métodos que permiten conservar el cuerpo y aroma del café.
El café de tercer ola es aquel que se produce, respetando y reconociendo el trabajo de quienes lo cultivan, se distribuye y preparara de la forma correcta. Esta nueva experiencia es una combinación entre educación, conocimiento y servicio.
Aunque algunos especialistas aún no hablan sobre una cuarta ola, hay quienes afirman que esta representa el movimiento final y más alto de los niveles de especialidad. Profundizando en aspectos científicos relacionados con el suelo, las plantas de café y el grano.
Guatemala es un país reconocido a nivel mundial por el café de calidad que produce en cada una de las regiones y en los últimos años el mercado a nivel interno ha aumentado, creando mayores oportunidades de trabajo para las personas y aportando al desarrollo.
En Guatemala el impacto de la tercer ola trajo consigo un gran número de cafeterías y proyectos que se han dedicado, no solo a servir una taza de café, a compartir la experiencia con el cliente de preparar un buen café.
Paradigma Cafe, ubicado en la zona 4 de la Ciudad Capital, es uno de las cafeterías que ofrece una idea fresca y diferente que busca llevar a los clientes por un viaje de aromas y sabores. Empezando por el lugar de origen del producto, el proceso de cultivo, y el corte y selección de cada grano; resaltando el trabajo de quienes lo producen.
El arte del cultivo de café se refleja en el sabores a través del metodo adecuado de preparación. En Paradigma cada taza relata cuenta su historia.
En la Calle Santander, una de las más concurridas de Panajachel, se encuentra Cafe Loco. Una compañía creada por Diego Kim, un barista coreano que quedo fascinado con Guatemala y el café que se cultiva en las diferentes regiones.
La cafetería se ha convertido en uno de los atractivos de la Calle Santander por su buen café y la atención que dan a todos los clientes. En Cafe Loco, todas las semanas se cambian las combinaciones del café para que el paladar de los clientes siempre tenga una experiencia diferente al tomar un café.
Tomar un café es regresar en el tiempo, pasando por la selección, corte, tueste, hasta llegar al punto de cultivo de la planta. Cada taza esta llena de historia.