Tiene 36 años, es diseñadora de profesión y vocación. Tiene una hija de 10 meses, mucha energía para dedicarse de lleno a sus dos trabajos a tiempo completo y para mantener un blog que resulta ser un espacio de encuentro y catarsis.
Carmela Enríquez se ha ganado su lugar entre el mundo creativo de los diseñadores y por eso es muy bien reconocida en el gremio. Ahora está viviendo una nueva etapa y es la de ser madre por decisión propia y aunque diga que es cansado lidiar con una bebé a la que le están saliendo sus primeros dientes, se ve radiante, sus ojos brillan y cada palabra la acentúa como el poder que le transmite a su hija que lleva su mismo nombre.
Un momento… ¿no le importó la opinión de los expertos que dicen que no es bueno ponerle el mismo nombre de los padres a los hijos? Ella solo ríe y menciona que su única riqueza es su nombre y la pequeña de casi un año será la tercera generación de mujeres con una personalidad aventurera e independiente, como su abuela y su madre.
Bien lo dicen aquellos libros que tienen el significado de los nombres: “Las mujeres llamadas Carmelas destacan por tener una personalidad aventurera y posee una gran energía. Mantiene una gran comunicación con las personas que la rodean, tanto con su familia como con las personas con quienes estudia o trabaja”.
Cumpliendo lo anterior, esta entrevista estuvo llena de balbuceos, risas y provocaciones a los conceptos tradicionales de ser mamá en un mundo que cada día lucha para ser más equitativo y más humano.
¿Qué tanto cambió de ti desde que te dieron el resultado positivo de la prueba de embarazo?
TO-DO (así lo dijo, despacio y acentuado) yo era completamente independiente, autosuficiente, soberana, libre. Ser mamá es lo más importante que tengo ahora en mi vida, pero no es lo único ni es lo que me define, la única que me define soy yo. Ni ser esposa, ni ser mamá, ha cambiado la esencia de lo que soy y por eso es que soy diferente, porque sigo siendo yo, solo que ahora con una bebé.
¿Cómo fueron las circunstancias cuando te enteraste que estabas embarazada?
Fue sorpresa. Lo buscábamos desde hace mucho tiempo pero no se dio. Hace unos 8 años me quitaron 36 quistes de los ovarios y al parecer no podía tener bebés, fue un momento triste porque teníamos el sueño y lo deseábamos, pero le vimos el lado positivo porque así teníamos más tiempo en pareja, teníamos dinero y todo estaba bien. Pero luego murió la mamá de Jorge (su esposo) y a las dos o tres semanas quedé embarazada… fue mágico. Además de tener a la bebé, 40 días después me confirmaron que tenía células pre-cancerosas en el útero y me tuvieron que hacer una histerectomía (extirpación del útero).
¿Cómo lidiaste con eso?
Todos los años yo me hacía mi papanicolao y al parecer tenía las células precancerosas hace varios años pero el doctor nunca me lo detectó, si él se hubiera dado cuenta hace tres años yo le digo que me la quite (la matriz) porque aunque deseaba tener hijos, hubiera preferido estar viva. Pero no sucedió, cambié de ginecólogo y así ella vino con todo en contra, así que va a ser necia, pero fuerte.
¿Crees que estamos ahora en una era de nuevas formas de educación y crianza que buscan formar a personas independientes?
Si y esa libertad de pensamiento no es un reto para mí, sino para el mundo. Lo difícil no es el trabajo que yo voy a hacer, sino cuando yo salga al mundo y ahí es cuando las cosas se ponen duras porque no todos piensan como uno y el mundo muchas veces no es como quisiera que fuera. Pero criarla libre, es lo más divertido de todo el asunto.
¿Cómo es criar a una niña?
Que sea niña me encanta. Pensé que iba a ser niño, pero para mi no hay nada más hermoso, increíble y poderoso en esta vida que ser mujer, pero el mundo no lo ve así. Fue algo agridulce cuando supe que sería niña porque ser una niña y ser una mujer en el tercer mundo es una de las cosas más difíciles que existen en el planeta Tierra, entonces me dolió por ella. Tuve ese pensamiento en ese momento y luego lo deseché, amo que sea niña y ojalá lo quiera seguir siendo (risas).
¿Has encontrado a más mamás que piensen como tú?
Si pero no muchas, porque se escandalizan. Por ejemplo, la gente que tiene niños bebés, rápido los emparejan, pero no sabemos si a ella le van a gustar los niños o las niñas… como que no conciben que una pareja no necesariamente es hombre y mujer. En el momento que yo digo esto, se escandalizan, pero de las cosas que yo le deseo a mi hija es tener una sexualidad libre y feliz.
¿Qué es lo que las mamás callan?
A veces uno se desespera y querés ponerle un botón de pausa al bebé, uno se siente mal en pensarlo y peor en decirlo, pero pasa. Eso que ella (señala a Carmela mientras la bebé le da pequeños golpes en la cara) es re bien portada pero a veces uno quisiera un dardo tranquilizador y que se quedara media hora ahí para que me permitiera trabajar. Pero no es que sea mala madre al decir eso, creo que todas las mamás han querido hacer eso. Pensarlo es un desahogo, es de humanos, las mamás no somos perfectas ¿por qué creer que todo es amor, paciencia y abnegación? Detesto esa palabra, porque no es así. No me estoy quejando porque yo decidí serlo, pero ser mamá es como un deporte olímpico, lo que pasa es que no nos dan medallas de oro ni nos dan los cheques por haber ganado (ríe) pero es como un atleta que después de una maratón se quiere dormir y que no lo molesten 24 horas y no porque lo disfrute no se cansa, esto es exactamente lo mismo.
¿Cuál es la responsabilidad más grande?
Hay una responsabilidad de la gente que desea tener hijos y es criar humanos buenos. Quienes lo decidamos estamos obligados a eso.
Hablemos de ti. Eres diseñadora y blogger con una agenda apretada ¿cómo te ha ido con esto?
Ahora doy asesorías de mercadeo y dirección de arte, se me ha complicado con la bebé porque estoy con ella todo el día, no tengo ni quiero a nadie que me ayude. Decidí renunciar a un trabajo de 8 horas de oficina para estar con ella, me la llevo a las reuniones y si ella no es bienvenida entonces el trabajo no es para mi, no lo podría tomar ni me interesaría. La quiero gozar y estoy consciente que de todos los trabajos, el de criar a mi hija es el más importante.
¿Te has enfrentado a alguna situación en la que no te permiten tener a tu hija en una reunión?
Si. Me invitaron a una cata internacional de whisky. Creo que pensaron que no la iba a llevar, pero todo el mundo sabe que siempre la cargo conmigo, entonces cuando llegué me dijeron que no la podía entrar porque por estándares mundiales no puede haber ningún menor de edad en esos eventos. Entendí perfectamente eso y me iba a ir, hasta el master wiskero me dijo que me daba la cata otro día solo a mi, pero quien organizaba el evento es amigo mío entonces él se ofreció a cuidarla mientras yo estaba ahí y la dejé. Desde adentro escuchaba las carcajadas de ella afuera, hizo un montón de amigos, las hostess estaban todas felices jugando con ella. No soy aprensiva, una mamá feliz es un hijo feliz, ése es mi lema, no al revés. Nunca pensar que haciendo feliz al hijo, uno va a ser feliz porque quien no tiene algo, no lo puede dar, entonces si yo no tengo la felicidad, no puedo darle felicidad, no tengo nada que compartirle.
¿Cómo es la experiencia de contar tu vida de mamá en el blog?
Es de donde más material tengo. Para empezar, soy bien ignorante en el tema y no es que uno le sepa todo. Ir descubriendo este proceso de aprendizaje y compartirlo es bien interesante porque la persona que está detrás de la computadora es un apoyo para mi y yo soy un apoyo para ellos. Pero a veces me escriben y me preguntan algo, pero yo no sé nada, por eso escribo, para contarles cómo me va y si tienen algo que decirme que me lo digan. Pero eso me ha enseñado a que los niños son más fuertes de lo que uno piensa, los hijos son para gente ignorante… aquí es como que te dieran un carro en el medio de la nada y no sepas manejar, tienes que aprender y darle porque no te queda de otra. Con el blog funciona como una red de apoyo entre muchas mamás, porque hay muchas mamás que están solas.
¿Hay algún artículo en especial que te haya sorprendido por la retroalimentación que recibiste?
El post más leído fue el de la histerectomía, cuando me quitaron la matriz. La gente me escribía y había mujeres que me contaban que llevaban años de no ir al ginecólogo, una mamá me dijo que desde que nació su hijo no iba al doctor y el niño ya tenía 13 años. Eso fue algo increíble, crear conciencia de algo tan importante como hacer tu papanicolau todos los años. Hubo quienes me escribieron que fueron al doctor y que todo estaba bien y otras que me decían que los resultados de los exámenes fueron los mismos que los míos. No sé cuántas vidas se salvaron con ese post al crear conciencia del papanicolau anual. Siento que tengo una responsabilidad social con el blog y eso me hizo feliz, que las mujeres agarraron el teléfono, hicieran una cita con el ginecólogo y fueran. El post se llama Una histerectomía 4 meses después de haber tenido a la bebé y todavía lo siguen leyendo aquí y en otras partes del mundo.
Háblame de las playeras que hiciste de Mujer maravilla y cabrona
Es algo de lo que muchas mujeres no saben, que son poderosas solo por el hecho de ser mujer. Ahora está de moda eso de empoderar a la mujer, que sean emprendedoras y gerentes de una empresa, al final eso está bien si es lo que deseas, pero si querés quedarte en casa cuidando a tu hijo, algo que antes no comprendía, también está bien. Respeto completamente lo que cada mujer quiere hacer con su vida, no todas tienen que ser CEO. Hay mujeres que por no ser grandes empresarias, se sienten menos, pero desde las más empresaria hasta la menos jefa de las jefas, es maravillosa donde está. Mi motivo de la tshirt y ese lema es que las mujres sepan que lo son, somos unas cabronas y somos maravillosas, estemos donde estemos.
¿Con toda esta experiencia de 19 meses de ser mamá, qué es lo que más has aprendido de ti?
Soy más generosa de lo que pensaba. Siempre me he considerado una persona sanamente egoísta poniéndome a mí en primer lugar y pensé en algún momento que no sería capaz de dejar un trabajo para dedicarme a mi hija, pero lo hice y fue mi decisión. Acababa de aceptar ese trabajo, me fui a Francia a una capacitación antes de empezar y sin saberlo, es posible que ya haya ido embarazada, trabajé en esa empresa exactamente 9 meses, pero parí y ya no regresé.
Hablemos de consejos, hay consejos que resultan ser absurdos y otros que funcionan ¿Cómo te ha ido con eso?
Mi mayor consejo es que no importa lo que te digan, hacé lo que se te ronque la gana, cada quien conoce su cuerpo y cada mujer conoce a su hijo. Recuerdo que yo parí el día que cumplí 41 semanas que es el término completo de un embarazo en su máximo esplendor, se me rompió la fuente a las 11:20 de la noche y dos horas antes había llegado a mi casa, venía de trabajar de un evento. Traajé hasta el último momento y desde hacía unas semanas me decían las señoras que no debería andar en la calle y manejando carro, pero claro yo me conozco y yo me sentía bien. No le pongo calcetas a mi hija porque le gusta andar descalza, no le pongo suéter sino ha llorado porque sé que está bien, no la abrigo de más. En 10 meses no se me ha enfermado ni una sola vez, ella está bien y está feliz. Cada quien conoce su cuerpo y cada quien conoce su hijo. A los 3 meses a todo le echaba alcohol, ya después no lo hice. Si se cae al piso y se lo chupa, que se lo chupe, solo así agarra defensas. Lo que estoy convencida y lo que deseo en mi vida es que ella no esté metida en una burbuja física, mental, emocional, ni intelectual, que sea libre con cuidado, precaución y amor, pero no más de lo que necesita.
¡Que lo distinto te encuentre!